Microbiota y Alimentación

¿Sabías que los humanos somos en mayor porcentaje Bacterias?

En una persona con un peso de 70 kilos, el 3.5 por ciento, es decir, dos kilos, pertenecen a células de microorganismos. El conjunto o comunidad de microorganismos vivos residentes en un nicho ecológico dado como pueden ser el tracto gastrointestinal, genitourinario, cavidad oral, ducto nasofaringe, tracto respiratorio y piel, entre otras, se define com Microbiota. 

Mantener una microbiota saludable tiene impactos positivos en nuestra salud, ya que la misma cumple diversas funciones a nivel:

Gastrointestinal: mantenimiento de la integridad estructural de la mucosa. 

Inmunológicas: inmunomodulación, protección contra los patógenos.

Metabólicas: regulador de funciones metabólicas como por ejemplo: regulación de la glucemia. 

Nutricionales: absorción y producción de nutrientes (vitaminas, minerales y aminoacidos).

Ademas esta intimamente relacionada con el Sistema Nervioso Central, la producción de serotonina y dopamina intestinal y el equilibrio hormonal.

Es por eso que cuando hablamos de una buena salud intestinal hacemos referencia a una Microbiota saludable. Ahora bien, ¿que alimentos favorecen y cuales dañanan nuestros microorganismos residentes en nuestro intestino?

Estudios evidencian que una alimentación basada en plantas alta en fibra aumenta la diversidad y abundancia de bacterias beneficiosas, dando ademas estabilidad a nuestra microbiota. Este patrón alimentario se relaciona con el consumo de variedad de vegetales crudos y cocidos, semillas, frutos secos, grasas saludables de origen vegetal y legumbres. El bajo o nulo consumo de azucares refinados, gluten y productos ultraprocesados, se relaciona con una microbiota mas saludable.

Hay que tener en cuenta poseer valores optimos de Vitamina D, Vitamina B12 y Omega 3 para una correcta salud intestinal.

Al mismo tiempo, se detectó que el patrón alimentario occidental aumenta la cantidad de bacterias patógenas proinflamatorias, disminuyendo la producción de bacterias beneficiosas, teniendo un impacto negativo en la salud. La dieta occidental se caracteriza por un bajo aporte de fibra, legumbres y vegetales, alto consumo de carnes rojas, harinas refinadas, alta en grasas saturadas y azúcar y/o edulcorantes artificiales.